Gr-86 El Burgo de Osma - Quintanas de Gormaz
POR TIERRA DEL BURGO
El Burgo de Osma - Quintanas de Gormaz, Cañada Real, pinos y sabinas
- • Tiempo estimado: 4 horas 30 minutos
- • Recorrido: 15,6 km
- • Dificultad: Media
- • Bicicleta: 90%
- • Época del año: todo el año
Etapa de 15,6 km., primero sobre cerros calizos por la Cañada Real, y posteriormente por monte de pinos y sabinas siguiendo algún tramo del camino antiguo a El Burgo de Osma, de lo que queda constancia en los restos de empedrado.
Lugares de interés
El Burgo de Osma | Quintanas de Gormaz
El Castillo de Osma fue uno de los baluartes más poderosos de la línea defensiva del Duero en tiempos medievales, pieza clave en la lucha por la frontera entre cristianos y musulmanes.
Lomero es un punto geodésico junto a la Cañada Real. Desde él se obtienen amplias vistas de las sierras de la Demanda, Neila, Urbión, Cebollera, Moncayo y Sistema Central; privilegiadas panorámicas del castillo de Gormaz y de la boca del Cañón del Río Lobos. Además, se divisan tres atalayas árabes (torres situadas en altos), cuya ubicación ilustra su utilización durante la Edad Media para la comunicación entre castillos por medio de señales visuales.
El tramo de la Cañada Real de Ganados Soriana Occidental que discurre entre Osma y Lodares de Osma, sigue una línea de altos entre las hoces de los ríos Sequillo y Avión, desde donde se alcanzan amplias y constantes vistas. Como en este caso, muchos tramos de cañada se desarrollaban sobre altos con el fin de hacer más cortos los recorridos y facilitar pasto a los rebaños; además siguen por zonas con poca aptitud para la agricultura, evitando así los consabidos conflictos entre agricultores y ganaderos durante la época de la Mesta
Pasa junto a buenas muestras de bosque de sabina albar (Juniperus thurifera) en zonas periféricas de la cañada de ganados entre Osma y Lodares. Esta especie, reliquia del Terciario, conocida en la zona como «enebro», se encuentra en lastras o páramos calizos del interior peninsular de climas extremos (-25º a 40º); de reducida distribución mundial, presenta una de sus mejores representaciones en la provincia de Soria. De gran trascendencia ecológica por colonizar suelos pobres, difíciles de ocupar por otras especies más evolucionadas como encinas o quejigos, propiciando la existencia de una cubierta vegetal en suelos de alta pedregosidad.
Los Pinares de Quintanas de Gormaz son de pino negral (Pinus pinaster), utilizados antaño para la extracción de resina, de lo que queda constancia en las entalladuras de sus troncos y en los potes de barro usados para su acumulación, ahora esparcidos por el monte. Esta actividad fue hace 50 años un importante recurso económico para la zona. Actualmente, sus costes de extracción no compensan su comercialización.
Quintanas de Gormaz, ubicado en la Ribera del Duero y en el borde de la gran mancha de pinar del centro de la provincia, ha sido un pueblo con gran tradición resinera, además de formar parte de la cultura vitivinícola de la Ribera del Duero, lo que testimonian algunas de sus bodeguillas. En la iglesia parroquial, destaca el altar con reliquias de más de cien santos traídas desde Roma y, en el campanario, un campanillo con pentagrama mágico. Además son de reseñar la original fachada de las escuelas y el lavadero.
Ruta El Burgo de Osma / Quintanas de Gormaz
Sale de El Burgo de Osma desde el cruce de la carretera de Valladolid con la carretera local de La Rasa, donde toma un paseo junto al río Ucero paralelo a la carretera. Llega a un puente antiguo, en frente de una de las entradas a Osma, y lo cruza para enlazar con el carril-bici, por el que sigue un centenar de metros antes de abandonarlo hacia la izquierda por la Cañada Real Soriana Occidental.
En ella no encontramos trazo de camino definido. Inicia su ascenso campo a través, dejando a la derecha el castillo de Osma, en busca de una línea de tendido eléctrico. Llegando a la altura del castillo de Osma, gira ligeramente hacia la derecha para remontar en unos metros un enclave pedregoso. Acto seguido vuelve a girar de la misma manera pero a la izquierda, para al cabo de unos pocos metros de subida, alcanzar el inicio de una estrecha senda en terreno llano, donde parte la línea de altos que cresteará la etapa durante unos cuatro kilómetros. Sigue la senda próxima al alto y enseguida se divisan unas ruinas hacia las que dirige sus pasos. Pasa pegado a éstas, por su izquierda, para entrar en una pista. Continúa por la pista unos doscientos metros, según el sentido de la marcha, para dejarla por el primer desvío a la derecha, a pocos metros de alcanzar el punto geodésico del Lomero.
Ahora, bordea el Lomero por su vertiente sur, a través de un camino de rodadura, hasta unas majadas donde el camino se convierte en senda. El recorrido continúa sin pérdida, a través de la Cañada Real rumbo este, a lo largo de la línea de altos redondeados que separan las hoces de los ríos Sequillo y Avión, perdiendo la traza de su senda en repetidas ocasiones. Después de dos kilómetros de cresta desde el Lomero, se dispone a realizar una pronunciada bajada, en medio de una ladera cubierta de sabinas, hasta cortar en el fondo de una vaguada con la pista de acceso a una finca privada.
Cruza la pista y, a una decena de metros de la entrada de la finca, asciende un corto tramo por la ladera rocosa al reencuentro de la línea de altos. A menos de un kilómetro, tras bordear dos pequeñas lomas por su vertiente norte, sale de la Cañada Real y corta con un camino de rodadura en el fondo de una vaguada. Aquí, tuerce a la derecha y surca la vaguada hasta salir a la hoz del río Sequillo. Ahora continúa aguas arriba por la ribera del río y, al poco, cruza el río Sequillo por un rudimentario puente de madera. Tras el puente parte una vereda que, bordeando una zona de cultivos, entra a menos de un kilómetro en el pueblo de Lodares de Osma, frente a una zona de recreo con columpios y fuente.
Atraviesa ésta y llega a la carretera comarcal, por la cual sigue a lo largo de un centenar de metros, en dirección a Berlanga de Duero, para pasar las últimas casas del pueblo, donde parte una pista paralela a la carretera, la cual se trifurca a los pocos metros. Toma el ramal del centro que, alejándose de la carretera poco a poco, atraviesa una zona de campos de labor, para irse encajonando en una vaguada que da paso al monte mixto de sabinas y pinos negrales. Superado un corto repecho, surge una bifurcación. Ahora toma el ramal de la izquierda, adentrándose un poco más en la vaguada, y, al poco, bordea unos cultivos para volver a la espesura del monte. A poco más de un kilómetro de la bifurcación pasa de largo una encrucijada (Enebro del Guarda), donde todavía se suaviza más el trazado.
Sigue recto trescientos metros para desviarse a la derecha en la siguiente bifurcación, tomando el ramal menos marcado. Desde aquí hasta salir al siguiente desvío, al cabo de ochocientos metros, el camino se mantiene estrecho. En el cruce gira a la derecha, para volver a desviarse a la izquierda a un centenar de metros más adelante. Ahora el camino sale del Llano de los Navajos y empieza a descender hacia una vaguada, donde el monte se aclara y en donde se divisan cerca buenos ejemplares de sabina.
El descenso finaliza a unos dos kilómetros en una encrucijada, cuando da con el arroyo del Pino, después de desviarse a la derecha en una bifurcación. Aquí sigue recto, cruza el arroyo y, poco después, inicia la última subida de la etapa. Tras un último esfuerzo alcanza el alto de La Tejera, pasa recto en la siguiente encrucijada, y posteriormente desciende hasta entrar en la localidad de Quintanas de Gormaz, después de atravesar sus eras y de pasar junto a unas pintorescas bodeguillas.
Diputación Provincial de Soria. Departamento de Desarrollo Económico y Turismo
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Alojamiento más cercano
- Dormir: El Burgo de Osma, Quintanas de Gormaz
- Comer: El Burgo de Osma, Quintanas de Gormaz