Iglesia de San Miguel Arcángel, Caltojar
Soberbio ejemplar del románico provincial
- • Construcción: Siglo XII
- • Estilo arquitectónico: Románico
- • Catalogación: Monumento Histórico Artístico desde 1984
- CALTOJAR | ➜ Ruta románica por Tierras de Berlanga
Uno de los templos más notables del románico soriano. Es obra tardía del primer tercio del siglo XIII, hacia 1215-1230, en la que se mezclan elementos de transición al gótico con otros arcaizantes.
La portada meridional es soberbia, de gran monumentalidad a la par que original, enmarcada en cuerpo resaltado y rematado con canecillos de rollos. Está formada por cinco arquivoltas abocinadas y sencillas, excepto la exterior, decorada con zigzag y grandes puntas de diamante. Una especie de tímpano, donde aparece San Miguel con pinjante da un toque de exotismo a la puerta. La portada septentrional, cegada, tiene tres arquivoltas sobre tres parejas de columnas con capiteles de palmetas y bulbos. En los hastiales Este y Oeste hay sendos óculos de doble derrame, el del Oeste con finas arquivoltas.
Tiene un suntuoso ábside central (los ábsides laterales no son visibles por estar empotrados en capillas del siglo XVIII) rematado igual que el presbiterio por un doble friso de arquillos lombardos sobre modillones de cinco rollos escalonados y se articula verticalmente mediante seis contrafuertes con tres semicolumnas cada uno de ellos, la central es mas gruesa y sube hasta el friso superior y las laterales terminan en el inferior. Se abren en él, tres ventanales aspillerados.
Influencia borgoñona
Su planta es de tres naves y cada una de ellas consta de tres tramos. Las laterales se cubren con bóvedas de arista como la central pero ya de factura gótica, el presbiterio con medio cañón apuntado y el ábside central con cuarto de esfera. Las bóvedas de las naves apean sobre cuatro pilares cruciformes y ocho semicolumnas adosadas y los arcos de ingreso a las capillas absidiales laterales son doblados sobre columnas dobles. Toda esta disposición es de clara influencia borgoñona. Los capiteles del interior están bien conservados y son bastante rudos. Representan grandes frutos bulbosos, hojas estriadas, palmetas y dos de ellos son historiados. En el interior hay también un curioso púlpito mudéjar tallado con figuras geométricas, que aún conserva restos de su policromía, y un retablo del siglo XVI.
La torre que se adosa a la nave es mucho mas moderna. Se remata con tejado de pizarra que desentona con la piedra ocre y con la teja de la nave.
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