Palacio del Marqués de Alcántara
Barroco bajo el influjo del Rayo de Luna
- • Construcción: Siglo XVII
- • Estilo arquitectónico: Barroco
- • Catalogación: Monumento Nacional desde 1949
- SORIA
El Palacio de los Marqueses de Alcántara es uno de los grandes palacios que conserva la ciudad de su pasado esplendor. Construido en el siglo XVII, presenta importantes influencias de la arquitectura barroca madrileña.
Perteneció a los Condes de Fuerteventura y Marqueses de Velamazán, una familia soriana ennoblecida en la época floreciente de la Mesta, que recibieron posteriormente el título de Marqueses de Alcántara.
Se encuentra en el arranque de la calle Caballeros, esquina con la calle Alberca, y defendía la Puerta de Rabanera, la última que se conservaba del conjunto amurallado de la ciudad, derribada en 1887. Consta de dos plantas, fachada de grandes huecos, torre rematada en chapitel y puerta con almohadillado y pilastras. De propiedad particular, su interior está muy transformado.
Este palacio es, según algunos autores, el lugar donde Gustavo Adolfo Bécquer creía ver a la mujer irreal de la leyenda El Rayo de Luna.
Galería Fotográfica
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Un poco de Historia
- • Es un buen ejemplar de palacio barroco, con dos pisos y torre esquinada, rematada en chapitel con un gran escudo. Presenta una puerta enmarcada por un potente almohadillado, entre pilastras, con un frontón curvo que alberga un gran escudo de los Marqueses de Velamazán en el tímpano. En la villa soriana de Velamazán existe un escudo casi idéntico, también del siglo XVII, que se encuentra en el palacio que los Marqueses tenían en esa localidad.
- • En un dintel de uno de los balcones se encuentra grabada la fecha de finalización del palacio, año 1704. La parte baja de esta torre, construida en buena piedra de sillería, corresponde a uno de los dos cubos que flanqueaban la Puerta de Rabanera y por lo tanto el único vestigio que se conserva de las puertas medievales de la ciudad. La fachada en su planta baja contiene grandes ventanales que se disponen de forma simétrica y en la planta superior, majestuosos balcones de forja.
- • En el interior cuenta con un pequeño patio de planta cuadrada y distribución asimétrica muy transformado. Se accede a él desde el portalón de la entrada principal y presenta, a la derecha, dos amplios arcos de medio punto, el más cercano a la puerta cegado y con una pilastra en su interior. En el paño izquierdo, aparece un único arco.