Los Santos Nuevos
Los Santos Nuevos (TRADICIÓN POPULAR)
UBICACIÓN DEL RELATO Almarza | San Andrés de Soria
La ermita de los Santos Nuevos, en donde se venera la imagen de la Virgen de las Angustias, está situada en la riquísima dehesa que hay entre los pueblos de Almarza, San Pedro y La Póveda, cuyos habitantes, así como los de otras aldeas cercanas, acuden a su romería, que se celebra en sincera armonía entre los vecinos de todos esos pueblecitos.
Mediado el siglo XVII, existía una rivalidad entre los diversos pueblos, pues los vecinos de todos ellos querían llevar las andas del Santo en la procesión, y hasta llegaron a discutir qué párroco debía cantar la misa. Esta discusión fue agriándose hasta tal punto, que un año los vecinos de La Póveda madrugaron más y trataron de impedir que los de Almarza y San Pedro se acercasen a la ermita, por cuyo motivo hubo gran reyerta, con numerosos heridos.
En años sucesivos, los pueblos de Almarza y San Pedro, no queriendo que la escena se repitiese, se abstuvieron de asistir a la romería, y para animarlos a ir, sus Ayuntamientos decidieron dar a cada vecino que fuese a honrar a los Santos Nuevos unas monedas, pan y vino, y, corriendo el tiempo, ese donativo se convirtió en pan y carne.
Una vez, en el momento que hacían el reparto, pasó por allí un caballero que rehusó el cogerlo. Tomando esto por desprecio, los vecinos del pueblo le obligaron a aceptarlo; cogiólo él al fin, pero así que se hubo alejado unos pasos, lo arrojó entre unas piedras y siguió su camino.
Al llegar a su casa sintióse enfermo; vinieron los médicos, mas ninguno lograba saber cuál era la causa del mal. Pasó algún tiempo, y al fin el caballero dio en pensar que la causa sería el desprecio que había hecho a los Santos Nuevos no aceptando la carne ofrecida en el día de su fiesta.
Ordenó a unos criados que fueran a buscar la carne y así que la hubieron encontrado y traído, hicieron con ella un caldo para el enfermo, que rápidamente empezó a mejorar hasta su total restablecimiento. Pronto cundió la noticia del milagro, y desde entonces los caminantes que por allí pasan arrojan una piedra al lugar donde estuvo la carne, formando hoy un enorme montón, como testigo de la veracidad de este suceso.
- La precedente leyenda de Santos Nuevos, fue publicada en el año de 1954, en la Antología de Leyendas de la Literatura Universal, tomo I, pág. 237, editada por Don Vicente García de Diego, y más tarde copiada por «Ajaron», salió en el periódico de Soria Hogar y Pueblo, 23 de julio de 1963.
- He de corregir el error de citar a San Pedro en vez de San Andrés, y la Póveda, que nunca formó parte de «los cuatro lugares», la comunidad de pastos, como leemos en todos los pergaminos hasta finales del siglo XVI, puesto que el privilegio de Alfonso XI dado en 1329, fue amparando la posesión de la dehesa a los cuatro concejos de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahon.
- Al quedarse «desarraigados» (despoblados), Cardos y Pipahon, se redujo la comunidad de pastos a Almarza y San Andrés, y surgieron pleitos sobre la posesión de la dehesa.
- En 1607 los dos lugares de Almarza y San Andrés ganaron ejecutoria de posesión de la ermita de Santos Nuevos, contra la pretensión de los de la Póveda, y en 1656 el Ven. Palafox reconocía por curas y rectores de la ermita a los de Almarza y San Andrés.
- De aquella antiquísima hermandad de «los cuatro lugares», aún queda su recuerdo, al cabo de seis siglos, en la secular «Fiesta del Arca», acudiendo los dos pueblos al Cantogordo para hacer entrega del Arca, «archivo ambulante», que contiene los pergaminos, ordenanzas y privilegios de «los cuatro lugares», al pueblo que le Corresponda guardarla, según sean años pares o nones. La fiesta se celebra con animada solemnidad el 6 de enero de cada año, día de los Santos Reyes.
- • Recopilado y anotado por Florentino Zamora Lucas, Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
- • El nombre de los pueblos concuerda con el que era utilizado en la época del texto.