La ermita de San Caprasio
La ermita de San Caprasio, en Suellacabras
(DOS LEYENDAS. RELATO POPULAR)
UBICACIÓN DEL RELATO Suellacabras
Situada a un kilómetro de la villa, es de una sola nave con ábside al oriente. Tenía altar mayor dedicado a San Caprasio de buen estilo, y los laterales de la Virgen, de Santa Bárbara y de Santa Lucía.
Pavimento de ladrillos colocados de canto, formando labores. Sobre el pórtico, llamado: La entrada de Troya, sin saber por qué, había una sala rectangular. El Abad y santero tenían allí mismo su vivienda. La ermita fue erigida en año 1643, siendo abad el Bachiller Diego Gómez.
Cuentan los vecinos de Suellacabras la leyenda o tradición de que, en tiempos lejanos hubo un caballero (algunos dicen que fue el apóstol Santiago), que perseguido por un «dragón infernal» y huyendo de él llegó a las puertas de la ermita e invocando el auxilio de San Caprasio, se encabritó el caballo y de un manotazo abrió las puertas, acogiéndose ambos al amparo del Santo.
Hasta hace pocos años aún podía ver el visitante, la huella de la mano del caballo, con la herradura y los clavos bien marcados.
En memoria de aquel hecho dicen, que hubo una lámpara que tenía grabada en relieve la escena referida.
Refieren otra leyenda diciendo que había una piedra que atraía los favores del Santo sobre aquellos solteros, candidatos al matrimonio, que la pisaban con fe, ignorando cuál fuese.
Parece una alusión a la del ladrillo de San Lázaro en Soria, pero sigue transmitiéndose de generación en generación.