El prendimiento de Judas en Almajano
Fiesta del prendimiento de Judas en Almajano
(RELATO POPULAR) La leyenda
UBICACIÓN DEL RELATO Almajano
≈ Por DON GERVASIO MANRIQUE
Dicen que Judas, al nacer fue arrojado al río, en una cesta embreada, a tal punto que pasaba la reina con una de sus doncellas y por éstas encontrado, fue conducido a palacio, donde le educaron como a un príncipe.
Al llegar a los veinte años de edad sus múltiples diabluras y su inclinación al mal llegaron a tales extremos que fue expulsado de Palacio.
Viéndose en la soledad, constituyóse en bandido robando y amedrantando a toda la vecindad, a toda la comarca. Un día en Palestina fue sorprendido por el amo de una huerta donde se encontraba robando fruta. El amo era su propio padre, que fue muerto por su propio hijo, quien se dio a la fuga. Al poco tiempo fue detenido y para recompensar el mal que había hecho le castigaron a casarse con la viuda.
En la intimidad del matrimonio le preguntó la viuda que de qué familia procedía. «No conozco a nadie de los míos —dijo Judas—, sé que fui abandonado en una canasta y echado al río».
Al oír esto la señora le dijo: «¡No podemos ser perdonados, pues tú eres, a la vez mi esposo e hijo! Ruégote vayas en busca de Jesús Nazareno, único que perdona a todos».
La tradición. La fiesta
A las dos de la tarde del sábado, víspera de la Pascua de Pentecostés, suenan las cornetas, en el pueblo de Almajano, y se hacen disparos a granel anunciando el comienzo de tan típico festejo.
El que ha de representar el papel de Judas, está ya escondido en el campo entre breñales y roquedas, y se simula entonces su persecución. El joven que hace de general en jefe, seguido de sus 32 soldados de caballería, salen en su busca uniformados de verdaderos lanceros con soberbias jacas enjaezadas. Otros veinte números de infantería, al mando de otro general en jefe, reconocen el sitio denominado «Las Lastrillas». Numeroso público invade aquellos campos presenciando la batalla campal, donde flamea la bandera española.
Unas dos horas suele durar el simulacro y captura de Judas, entre divertidas carreras y sobresaltos hasta lograr detenerlo, a pesar de que él también les dispara a quema ropa.
Conducido ya al pueblo, en cuya plaza principal, rodeada de la tropa, es presentado al público y se relatan todas sus fechorías y maldades.
En esto el Judas se vuelve a escapar y cogido de nuevo, le someten a rigurosa prisión hasta el día siguiente en que es ejecutado en la plaza, ante la multitud, precediendo la lectura de la sentencia por un vecino que encarna el papel de alto sacerdote, quien arenga a los asistentes para que desprecien a aquel malhechor, irreligioso y traidor; otro vecino hace de verdugo simulando la ejecución.
Seguidamente se corren algunos toros y termina la fiesta con la representación teatral de: «La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo».
- Fiesta similar se celebra por la comarca de Tierras Altas, festejando la «Quema de Judas», por la tarde del día de Pascua de Resurrección. En esta ceremonia burlesca y descarnada intervenían los niños, los zagalones y los vecinos en San Pedro Manrique, Sarnago, Matasejun, Oncala, San Andrés, La Cuesta, etc. según leemos en la Revista de Dialectología y Tradiciones populares, tomo VIII. año 1952 en el artículo de Don Gervasio Manrique.
- • Recopilado y anotado por Florentino Zamora Lucas, Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
- • El nombre de los pueblos concuerda con el que era utilizado en la época del texto.