La afrenta de Corpes de las hijas del Cid
La afrenta de Corpes de las hijas del Cid
(ROMANCERO DE SAN ESTEBAN)
UBICACIÓN DEL RELATO Castillejo de Robledo
San Esteban de Gormaz | ➜ Ruta del Cid
≈ Por PEDRO GAMO
- ¡San Esteban, San Esteban,
- San Esteban de Gormaz!
- Hay en tu historia una página
- que no se debe olvidar:
- Doña Elvira y doña Sol,
- dos modelos de bondad,
- eran las hijas queridas
- de Rodrigo el de Vivar.
- Las casaron en Valencia,
- en magna solemnidad,
- con dos hombres cuyos nombres
- no quisiera mencionar,
- por ... corbardes, por ... traidores,
- por que con ruin falsedad
- de Valencia las sacaron
- so pretexto de admirar
- las bellezas que posee
- Carrión, su pueblo natal.
- Las sacaron de Valencia ...
- y, cuando iban a llegar
- a esta tierra —tierra noble,
- de honor y de lealtad—
- las dejan abandonadas
- en medio de un robledal
- tras de haberlas insultado
- y azotado sin piedad.
- Su primo Félez Muñoz
- las recoge; y sin tardar
- las conduce a San Esteban
- donde hallan consuelo y paz.
- ¡Muchas gracias, San Esteban,
- San Esteban de Gormaz!
- Tú curaste sus heridas;
- tú les diste lumbre y pan;
- tú mitigaste sus penas
- Gon amor de caridad;
- y cuando, restablecidas,
- decidieron retornar
- al abrigo generoso
- del regazo maternal,
- despidiéndolas con lágrimas,
- las quisiste acompañar
- hasta Río del Amor
- con entusiasmo cordial.
- Entusiasmo, amor, finezas,
- que no se olvidan jamás.
- ¡Bien se ve que eres Castilla,
- San Esteban de Gormaz!
- Publicada en El Rivero, revista de San Esteban de Gormaz, en agosto de 1958, pág. 8.
- • Recopilado y anotado por Florentino Zamora Lucas, Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
- • El nombre de los pueblos concuerda con el que era utilizado en la época del texto.