De como Cipión tomó Numancia
Romance de cómo Cipión tomó Numancia (SELECCIÓN)
UBICACIÓN DEL RELATO Numancia
Yacimiento de Numancia | GARRAY
≈ Por GONZALO MENÉNDEZ PIDAL
- Enojada estaba Roma
- de ese pueblo soriano;
- envía que le castigue
- a Cipión el «africano».
- Sabiendo los de Numancia
- que en España había llegado,
- con esfuerzo varonil
- lo esperaban en el campo.
- A los primeros encuentros
- Cipión se ha retirado;
- mas volviendo a la batalla,
- reciamente ha peleado.
- Romanos son vencedores,
- sobre los de Soria han dado;
- matan casi los más de ellos,
- los otros se han encerrado.
- Metidos en la ciudad,
- Cipión los ha cercado,
- púsoles estancias fuertes
- y un foso desaforado;
- y tanto les tuvo el cerco
- que el comer les ha faltado.
- Púsoles en tanto estrecho,
- que al fin han determinado
- de matar toda la gente
- que no tome arma en mano.
- Ponen fuego a la ciudad
- ardiendo de cabo a cabo,
- y ellos dan en el real
- con ánimo denodado;
- pero al fin todos murieron,
- que ninguno no ha escapado.
- Veinte días ardió el fuego,
- que dentro ninguno ha entrado.
- Ya que entrar dentro pudieron,
- cosa viva no han hallado,
- sino un mochacho pequeño,
- que a trece años no ha llegado;
- que se quedó en una cuba,
- do el fuego no le ha dañado.
- Vuélvese Cipión a Roma,
- sólo el mochacho ha llevado;
- pide que triunfo le den,
- pues a Soria había asolado.
- Visto lo que Cipión pide,
- el triunfo le han denegado,
- diciendo no haber vencido,
- pues ellos lo habían causado.
- Lo que Roma determina
- por sentencia del Senado
- que Cipión vuelva a Soria,
- y que al mozo que ha escapado
- le ponga sobre una torre,
- la más alta que ha quedado,
- y allí le entregue las llaves,
- teniéndolas en su mano,
- y se las tome por fuerza
- como a enemigo cercado,
- y en tomarlas de esta suerte,
- el triunfo le sea dado.
- A Soria vuelve Cipión,
- según que le fue mandado;
- puso al muchacho en la torre
- del arte que era acordado;
- allí las llaves le pide;
- más él se las ha negado.
- Dijo: —No quieran los Dioses
- que haga tan mal recaudo,
- ni por mí te den el triunfo
- habiendo sólo quedado,
- pues que nunca lo ganaste
- de los que ante mí han pasado.
- Estas palabras diciendo,
- con las "llaves abrazado,
- se echó de la torre abajo
- con ánimo muy osado,
- y así quedó Cipión
- sin el triunfo deseado.
- Tomado del Romancero. Selección de Gonzalo Menéndez Pida!. Biblioteca Literaria del Estudiante. Tomo XXV, 1936, segunda edición, págs. 19 a 22.
- • Recopilado y anotado por Florentino Zamora Lucas, Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
- • El nombre de los pueblos concuerda con el que era utilizado en la época del texto.