La Virgen del Espino de Soria
La Virgen del Espino de la ciudad de Soria
≈ Por el P. JANÁRIZ y por FRAY GREGORIO DE ARGÁIZ
Su culto, según el P. Janáriz, se remonta más allá de la invasión agarena (apoyado en la tradición), por eso, al llegar los árabes la ocultaron cuidadosamente en la hendidura de una roca, no lejos del pueblo de Covaleda o Covalleda entonces. Pasaron los años y tres siglos de horror y persecución religiosa, y, al ser conquistada Soria, la Virgen señaló milagrosamente el sitio en que se encontraba.
Bajaba de la montaña con dirección a la ciudad un sencillo y piadoso pastor; de pronto, reparó en un espino que brillaba con suave resplandor; acercóse, pues, divisó atónito una imagen de María circundada de luz.
Cariñoso y reverente tomó en sus manos la sagrada imagen y poniéndola en su zurrón, partió veloz para la población, afanoso de divulgar entre sus vecinos el prodigio que acababa de presenciar.
Al querer mostrar la imagen, con gran sorpresa halló que la imagen había desaparecido. Volvió al espino y allí la encontró envuelta en magestuosa sencillez. Colocó nuevamente en su zurrón tan preciado tesoro, pero se volvió a repetir la vuelta de la Virgen al espino.
Corrida la extraordinaria noticia de la aparición en la ciudad, la multitud acudió a honrar a la Virgen y la llevaron a una iglesia de la ciudad, pero volvió a repetirse la escapada de la Imagen al lugar de su predilección, donde, por fin la dejaron los devotos, erigiendo entonces una ermita en su honor para su fervoroso culto.
Esta versión, sobre la aparición, la he tomado del Manuscrito, que poseo, del P. Damián Janáriz: Historia de las Imágenes y Santuarios de la Santísima Virgen María en la Diócesis de Osma. En Aranda de Duero, fechado en 1940.
El Reverendo P. Gregorio Argáiz tan crédulo, o más que el P. Janáriz, escribía en su obra manuscrita, e inédita (como la del P. Janáriz) en 1659-1660, lo que sigue: «Es imagen milagrosa esta de Nuestra Señora de El Espino de Soria, y según papeles del Archivo (no dice cuáles), su primer asiento fue en Covaleda, lugar de los Pelendones, y cuando se perdió España los cristianos la escondieron entre unas peñas, porque los moros no la topasen. Pasados muchos años quiso Dios que se apareciese a un pastor de Soria, en un Espino, por lo cual la tienen puesta en un árbol de esta especie.»
Al folio 514v, vuelve el P. Argáiz a tratar de la Virgen del Espino, resaltando los «milagros que hace, son pan de cada día, a sus devotos y ya queda escrito que se apareció en Covaleda, lugar de los Pelendones en el Arciprestazgo de Cabrejas a un pastor, en unos espinos y en unas peñas y que la llevaron a Soria que está seis leguas, llamándola antiguamente Nuestra Señora de Covaleda y así puesta en Soria fabricáronle una ermita ... , etc.».
- Fueron recopilados estos curiosos datos de las obras manuscritas e inéditas del P. Gregorio Argáiz (1660) y del P. Damián Janáriz (1940).
- • El nombre de los pueblos concuerda con el que era utilizado en la época del texto.
- [ Recopilado y anotado por Florentino Zamora Lucas, Correspondiente de la Real Academia de la Historia ]