El Campo de la Verdad
El Campo de la Verdad
UBICACIÓN DEL RELATO Soria
≈ Por BONIFACIO SANZ DE PABLOS
-
I
- El rey Don Alfonso sétimo
- reina en Castilla y León,
- y es su ejército y su nombre
- de los árabes terror,
- pues logró vencerlos, siempre
- que con ellos combatió.
- Tanto, con victorias tantas,
- sus dominios ensanchó,
- que en León fue por las Cortes
- proclamado Emperador;
- y son sus feudos, Navarra,
- Cataluña y Aragón.
- Tiene su imperial corona
- allá, en Castilla, un florón,
- que entre los buenos campea
- si a ser no llega el mejor:
- Soria se llama, y es villa
- que estima en tanto su honor,
- que un altar en cada pecho
- de sus hijos le erigió.
- Nunca de su sangre avara
- con sus reyes se mostró,
- que allí dó sus reyes fueron,
- fue de sus reyes en pos,
- y do su sangre pidiéronle,
- pródiga la derramó.
- Por eso ostenta orgullosa,
- sangre en su noble blasón,
- que se le dieron, en cambio
- de la mucha que vertió,
- en defensa de sus reyes,
- de su patria, y de su Dios.
- Bien lo que sus hijos valen,
- sabe el bravo Don Ramón,
- que de Cataluña es Conde,
- al par que Rey de Aragón;
- y por ver si su Corona
- vuelve a entrar en posesión
- de joya que tanto vale,
- y con la que se adornó
- en pasados días, pídela
- cortés al Emperador,
- fundado en varias razones
- de más o menos valor;
- rebátelas Don Alfonso;
- da otras nuevas Don Ramón,
- y al ver que no lleva trazas
- de acabarse la cuestión,
- propone el valiente Conde
- fiarla al juicio de Dios,
- y que la soriana villa,
- quede por el vencedor.
- Aprueba el Rey Don Alfonso
- tan buena proposición,
- y a fin de llevarla a cabo
- cuanto más pronto, mejor;
- diez caballeros Castilla
- nombra, otros diez Aragón,
- y hacia Soria se encaminan
- a fin de hacerla el honor,
- de que justa, que es por ella,
- tenga en ella solución.
-
II
- Lo mejor y más florido
- de la nobleza soriana,
- a presenciar va el torneo
- do se ventila su causa,
- que está; por saber, ansiosa
- si su historia, y si su casa,
- sigue de Castilla siendo
- o de Aragón a ser pasan.
- En los estrados que en torno
- del palenque se levantan,
- los mejores sitios, hállanse
- ocupados por las damas,
- que brochados trajes visten
- y lucen brillantes galas,
- menos brillantes sin duda
- que el fuego de sus miradas;
- su asiento ocupan los jueces;
- orden el clarín demanda,
- y agítase aquel hirviente
- mar de cabezas humanas,
- que en torno a la liza apíñase
- llenando huecos y gradas,
- y a presenciar la contienda
- con interés se prepara.
- Ya están, campo y sol, partidos;
- ya en las sillas se afianzan,
- y los corceles refrenan,
- y los escudos embrazan
- y hacia el frente, el hierro inclinan
- de sus mortíferas lanzas,
- los que a la lucha, se aprestan
- por su Rey y por su Patria;
- ya está de la acometida
- la señal al viento dada,
- ya partieron ... ya se acercan ...
- ya chocaron... ya no hay nada
- más que confusión y tajos,
- y sangre, y polvo, y lanzadas ...
- Ruge de entusiasmo el pueblo
- lucha al ver tán empeñada,
- y aplauden los caballeros,
- y desmáyanse las damas;
- y cuando al cabo, termina
- el fragor de la batalla,
- óyese una voz que grita:
- ¡De Castilla es la jornada!
- y por Castilla al fin queda
- la noble villa Soriana.
- Publicada en Recuerdo de Soria, núm. 2, año 1882, 1.a época, págs. 2 y 3.
- • Recopilado y anotado por Florentino Zamora Lucas, Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
- • El nombre de los pueblos concuerda con el que era utilizado en la época del texto.
≈ Bonifacio Sanz de Pablos
- Nacido y muerto en Soria, 1848-1904, donde fue jefe del Centro de Telégrafos. Compuso numerosos romances y el opúsculo en verso Tipos de Soria (1897). Publicó en «Recuerdo de Soria» varias leyendas («Antes que cobarde, muerto», «El Campo de la Verdad», «La guarda de Alfonso VIII» y «La muerte de Garcilaso») y colaboró también en otros periódicos locales.
- Publicamos en CaminoSoria.com las cuatro leyendas mencionadas.