Claustro y Concatedral de San Pedro
La bella desconocida esconde un tesoro
- • Construcción: Siglos XII al XIV
- • Estilo arquitectónico: Gótico sobre una primitiva iglesia románica
- • Catalogación: Monumento Nacional desde 1979. BIC desde 1929
- ➜ SORIA
Comparte sede episcopal con El Burgo de Osma. La Concatedral gótica de San Pedro es la gran desconocida del patrimonio soriano. Fue erigida en el siglo XVI sobre la anterior colegiata, y en el exterior, en fábrica de buena sillería sin apenas elementos decorativos, destaca la portada sur, de estilo plateresco en la que aparece la figura de San Pedro con las llaves de la iglesia.
Sin embargo en su interior todo respira belleza y magnificencia. Su forma, de planta salón, es la de una gran basílica con tres naves (cinco con las hornacinas) de bóvedas estrelladas sobre grandes pilares, y alberga un interesante Retablo Mayor obra de Francisco del Río.
El claustro
Pero la joya más destacable de San Pedro es, sin duda, su magnífico claustro. De mediados del XII y Monumento Nacional, este patio románico de influencias de Silos conserva tres de sus galerías, con arcos de medio punto sobre dobles columnillas que descansan en un podio corrido. A pesar de esa mutilación, este patio es una de las obras maestras dentro de las de su tipo.
Cada galería o crujía se forma con varias secuencias de cinco arcos, separadas por tramos de muro. Los arcos se apoyan en columnas geminadas, coronadas con capiteles bellísimos en los que cabe todo tipo de ornamento con motivos vegetales, animales, de inspiración bíblica, como las ligadas con el nacimiento de Jesús y otras más mundanas, como la pareja real, inconfundible por sus testas coronadas.
En los muros internos de las galerías, sobre todo en el ala este, se encuentran varios sepulcros y puertas de estancias. Destacan la puerta del antiguo Refectorio y la entrada a la Sala Capitular, con arco de medio punto lobulado. A los lados de la puerta de acceso se disponen dos arcos de medio punto con arquivoltas y varias tumbas que se disponen a lo largo del claustro y de posible origen Real. Entre estos, próximo a la puerta del antiguo Refectorio sorprende uno, seductor y enigmático, con su losa frontal calada con estrellas y menguantes lunares, de indudable inspiración mudéjar.
Galería Fotográfica
-
Un poco de Historia
- Desde sus inicios, la rivalidad entre la sede obispal de Osma y este centro religioso fue constante. Favorecidos por un rey castellano muy agradecido a la ciudad, Alfonso VIII solicitó en el siglo XIII al Papa Clemente IV la categoría de ciudad para Soria y el paso de colegiata a catedral, cosa que fue concedida por bula pontifical. El cabildo catedralicio de Osma protestó y a partir de ese momento, todas las peticiones de que se le concediera a Soria una nueva sede obispal o, más drásticamente, que se trasladara la de Osma a Soria, fueron denegadas por los reyes tras consulta con los de Osma, siglo tras siglo.