Castillos por Tierras del Burgo
Mitos, enigmas y leyendas
- • ITINERARIO
- Calatañazor Osma Ucero Alcoba de la Torre
Castillos cargados de historia y ligados a enigmas y leyendas encontramos en las Tierras del Burgo. Algunas son fortificaciones muy antiguas en origen, aunque posteriormente siempre sufrieron mejoras hasta la llegada del olvido muchos siglos después. Testigos de los enfrentamientos en principio con el Islam, pasarán a ser más tarde, cuando la frontera se pierda mucho más al Sur, escenario de los enfrentamientos entre los distintos señoríos.
Es entonces cuando se tejen mitos y leyendas. Calatañazor tenía ya papel propio como protagonista en la historia, incluso Alcoba con su incursión cidiana, pero Ucero verá crecer su nombre al amparo de la Orden del Temple, mientras Osma formará parte de las aventuras del rey Católico.
Galería Fotográfica
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Un poco de Historia
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• Castillo de Calatañazor
- Situado en el Valle de la Sangre, donde supuestamente fue herido de muerte Almanzor. El castillo presenta algún indicio musulmán, de los siglos IX-X. La fortificación cristiana sería de los siglos XII-XIII. Lo que aún perdura del castillo, y que hoy podemos contemplar, se remonta al siglo XIV o XV, sin perjuicio de que en la torre del homenaje se distingan algunas piedras aparejadas al modo árabe que hablan de un origen anterior.
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• Castillo de Osma
- El origen del castillo puede estar en la toma y repoblación de Osma por García I, en torno al 912. Durante el resto del siglo, el castillo pasó continuamente de manos. La fábrica está realizada en mampostería concertada y sillarejos, además de la reutilización de los sillares, columnas y otros materiales de origen romano del próximo yacimiento de Uxama. La fortificación consta de tres recintos amurallados, de traza irregular, que se adapta a la orografía. La Torre el Homenaje esta reforzada con sillería en sus esquinas. La torre del agua se sitúa en el extremo Norte de la fortaleza, formando parte del tercer recinto amurallado.
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• Castillo de Ucero
- Fortaleza, de triple cordón defensivo, situada en lo alto de una loma desde donde se observa una panorámica magnífica del pueblo y del río Ucero. Perteneció a la Orden del Temple, al igual que la ermita de San Bartolomé, situada en el cañón del río Lobos y unida al castillo por un sendero. Pero lo más destacado son los detalles de la torre del homenaje, con su bóveda de crucería y las figuras de gárgolas. Un pasadizo subterráneo, del que aún queda un tramo de 30 metros, unía el río Ucero con el recinto de la fortaleza.
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• Castillo de Alcoba de la Torre
- Feudo de los Avellaneda, consta una torre cuadrada, de sillería en sus elementos nobles, de tres plantas y más de 10 metros de altura, a la que posteriormente se añadió un recinto murado con torres en sus esquinas y un patio interior que pudo estar cubierto, a juzgar por las pequeñas ventanas dobles con las que cuenta. Posee dos puertas de acceso, una a ras de suelo que da al patio, y otra en altura sobre el muro, que sin duda debía contar con un algún dispositivo levadizo.